Por lo tanto, existe una gran cantidad de bacterias que conviven en nuestro cuerpo. De hecho, podría decirse que forman un propio organismo con una cantidad de genes que suponen más del 99% del organismo frente al genoma humano.
Esta convivencia entre la microbiota y el organismo humano es simbiótica. Las bacterias nos protegen de enfermedades y nos ayudan a metabolizar los alimentos a cambio de un lugar para vivir.
Gran parte de la microbiota se encuentra en el sistema digestivo, principalmente en los intestinos. Es conocida como flora intestinal, microflora o flora humana.
La microbiota intestinal se compone por millones de bacterias que se adquieren al nacer por parte de la madre y suponen entre 150 y 200 más genes que el conjunto de células. Se va desarrollando a lo largo de la vida, de forma que su composición es diferente en la infancia, en la adolescencia y en la vida adulta.
La microbiota intestinal también está relacionada con el desarrollo de diferentes enfermedades que se originan por una alteración en la flora.
Las principales enfermedades intestinales relacionadas directamente con la microbiota son:
La alteración de la microbiota se puede producir por una mala alimentación, el sedentarismo, el estrés, la contaminación ambiental, o el exceso y mal uso de antibióticos.
Por lo general, estos factores se pueden contrarrestar con una alimentación sana y equilibrada, realización de actividad física y una adecuada higiene del sueño.
Una de las actuaciones más comunes para mejorar la microbiota intestinal consiste en la ingesta de alimentos que contienen gran cantidad de prebióticos y probióticos que ayudan a equilibrar la flora intestinal.
Los probióticos son microorganismos vivos que aportan un complemento de bacterias beneficiosas para la microbiota intestinal y añaden mayor diversidad.
Los prebióticos sirven de alimento a nuestra flora bacteriana. La fibra es el prebiótico más conocido.
Otras formas de mejorar la salud intestinal y mejorar patologías más severas son las dietas bajas en FODMAP y los trasplantes de heces.
La microbiota intestinal está considerada como un órgano del organismo humano compuesta por millones de bacterias que desempeñan un papel decisivo en nuestra salud.
Estas son algunas acciones que podemos llevar a cabo fácilmente para mejorar nuestra flora bacteriana:
Así que añade verdura, fruta, frutos secos y fermentos lácticos a tu alimentación y, ¡tu salud te lo agradecerá!